¿Qué reformas hay que hacer en casa cuando viven personas mayores?

Casa de personas mayores.

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Si tienes más de 70 años o es el caso de tus padres, seguro que te has planteado hacer cambios en la casa para que las personas mayores que viven en ella tengan una vida más cómoda y segura. Para eso, en bastantes ocasiones, es necesario realizar reformas. Te comentamos las más habituales.

Con el paso de los años perdemos movilidad. Es algo inevitable. Lo primero que nos planteamos cuando nos vamos haciendo mayores es asegurarnos de que vivimos en una planta baja o en un piso con ascensor. Sin embargo, hay personas que llevan la mayor parte de su vida en una vivienda y se resisten a abandonarla. Allí han criado a sus hijos y han compartido su vida con su pareja. Abandonar su casa es como desprenderse del pasado. Sus condiciones han cambiado y es necesario adaptar la vivienda a su situación actual.

Los gerentes de R.C.L., Reformas y Cerramientos Levante, una empresa de reformas de Villena (Alicante), con más de 30 años de experiencia en el sector de la construcción y la reforma, nos indican que en estos casos suele ser conveniente efectuar un replanteamiento de toda la vivienda. No se trata solo de colocar un plato de ducha o hacer más espacioso el comedor.

El blog de la empresa de seguridad Prosegur indica que hay que prestar especial atención al baño, las escaleras y el dormitorio. Es aquí donde hay que concentrar las obras de adaptación. A estos tres puntos de la casa, hemos querido añadir otros aspectos que consideramos importantes. Estas son algunas reformas que debemos plantearnos en casas con personas mayores:

El baño.

Sin duda, sustituir la bañera de siempre por un plato de ducha, colocado a ras del suelo, es una de las reformas más urgentes que debemos acometer. La bañera es un peligroso foco de accidente doméstico. Más en personas que ven sus facultades motrices mermadas.

Para entrar en la bañera y ducharse, que es el medio más habitual de aseo, la persona ha de subir la pierna y mantener el equilibrio sobre un solo pie. Con el peligro consecuente de perder la estabilidad. El piso de la bañera suele ser resbaladizo, sobre todo si hay restos de jabón. A determinada edad esta reforma es una cuestión innegociable,

Pero hay más. El suelo del cuarto de baño ha de ser antideslizante. El clásico suelo de baldosas cerámicas es un peligro para cualquier persona que tenga propensión a las caídas. Sustituirlo por un suelo de tipo vinílico, o por un piso cerámico tratado especialmente, es clave para aumentar la seguridad.

Cuando la persona empiece a tener dificultades para levantarse del inodoro o para entrar en la ducha, es recomendable colocar barras metálicas, atornilladas al suelo y a la pared, que faciliten esta operación. No es una medida exclusiva para personas que se muevan en sillas de ruedas. Puede ser un plus de seguridad que mejore la movilidad en los que es, sin duda, una de las dependencias más peligrosas de la casa.

Las escaleras.

Cuando la persona vive en un bloque de pisos, siempre es recomendable que lo haga en una planta baja o en un edificio con ascensor. Sin embargo, hay muchas personas que viven en casas, algunas de ellas con dos alturas o más.

Es frecuente que las casas tengan una planta baja donde está la cocina y la sala de estar y otra superior donde se encuentran los dormitorios. Cuando la persona se va haciendo mayor, siempre que sea posible, es adecuado acondicionar una habitación en la planta baja para que funcione como alcoba. Esto, en ocasiones, obliga a replantear la vivienda y transformar en dormitorio una habitación que antes no lo era.

A determinada edad es adecuado que toda la vida se desarrolle en la misma planta, pero sabemos que si la casa tiene varias alturas es difícil impedir que la persona suba a la planta superior. Aunque solo sea para comprobar que todo esté bien.

Debemos asegurarnos de que la escalera cuente con un pasamanos amplio y cómodo. Toda la escalera debe estar bien iluminada, con un interruptor al principio de la escalera y otro al final. La escalera nunca debe tener moqueta, alfombra o cualquier elemento que pueda provocar tropiezos o caídas.

El dormitorio.

El blog Ortoweb subraya que la habitación de una persona mayor debe ser amplia y despejada. Hay que asegurar que haya espacio suficiente para que se pueda mover con facilidad por toda la estancia sin que se tropiece con muebles y adornos.

Esto implica que algunos dormitorios deben aligerarse de mobiliario o, si no se desea, ampliar la habitación, derribando un tabique y comiéndole espacio a otra dependencia.

Muchos de estos dormitorios son alcobas de matrimonio que fueron diseñadas cuando la pareja era joven y tenían a los hijos en casa. La situación ha cambiado, por lo que hay que adaptar el dormitorio a las nuevas circunstancias.

En este sentido, siempre es adecuado colocar una silla cómoda o un sillón al lado de la cama que permita la asistencia en caso de que los moradores parezcan periodos de convalecencia por enfermedad.

En la cama debemos colocar colchones cómodos y de calidad. A estas edades, tener un descanso reparador es fundamental. En este sentido, recurrir a colchones viscoelásticos es una buena opción.

La cama pasa a ser un mueble indispensable de la casa. Por tanto, si la persona pasa mucho tiempo en ella, plantearnos colocar camas articuladas, que permitan levantar la cabeza para poder ver la tele o leer es una alternativa interesante. Si la persona tiene tendencia a caerse de la cama, deberemos colocar barandillas abatibles que hagan tope durante la noche.

En el suelo, deberemos evitar alfombras y moquetas que además de propiciar tropiezos y traspiés, hacen que se acumule el polvo y los ácaros.

Por último, para hacer más accesible el dormitorio, es recomendable sustituir pomos redondos que encontremos en puertas, armarios y mesitas, por manecillas tipo palanca o por manijas tipo asa.

Reorganización de la casa.

Es frecuente que aunque hayan pasado décadas desde que nos fuimos de casa, la casa de nuestros padres tenga la misma distribución que cuando vivíamos en ella. Así, encontramos casas de parejas mayores o de personas que viven solas, que tienen tres dormitorios.

Siempre es conveniente reservar un dormitorio para las visitas. Por si los nietos se quedan unos días con los abuelos, o por si el hijo o la hija viene un día a verlos y se queda a dormir. Pero, con la otra habitación, ¿Qué hacemos?

Cuando una persona se jubila es normal que adquiera aficiones que antes no prodigaba, bien porque no las conocía o porque no tenía tiempo para practicarlas. Encontramos así, personas jubiladas que son muy activas en redes sociales o que han retomado el gusto por la lectura. Acondicionar esa habitación para que puedan practicar sus hobbies mejora su calidad de vida.

Así, por ejemplo, reconvertir lo que era antes una habitación de los hijos en una especie de estudio en el que colocan el ordenador, ordenar la librería, ponen un caballete en el que pintar u organizar su colección de vinilos y C.D. con un buen equipo de música al lado es una buena idea. No creo que nadie se lo eche en cara. Al contrario. Esta transformación contribuye a que tengan una vida más rica y feliz.

Hay veces que para hacer esta transformación basta con un cambio de mobiliario. En otras ocasiones tenemos que hacer una pequeña reforma. Depende de cada caso.

Los suelos.

Si antes hemos resaltado la importancia de contar con un suelo antideslizante en el baño, no debemos desestimar el resto de la casa. Las caídas son uno de los accidentes más habituales entre las personas mayores.

Una atención especial nos merece el suelo de la cocina. Aunque sabemos que las mujeres de la edad de nuestras madres eran pulcras y ordenadas, no debemos olvidar que por el simple hecho de cocinar hay tendencia a que se depositen restos de aceite y de grasa en el suelo de la cocina. Sustituir el suelo de baldosas por suelos vinílicos antideslizantes, como hemos visto antes en el baño, o por otra solución segura, es algo que debemos tener en cuenta.

Para el resto de la casa: comedor, pasillo, recibidor, alcobas, colocar parquet es quizás una de las mejores opciones que tenemos a nuestro alcance. Este suelo es menos resbaladizo que el de cerámica y, a su vez, conserva mejor el calor en invierno.

Un asunto que debemos tener en cuenta es evitar que se desperdiguen cables eléctricos por el suelo. Me refiero, principalmente, a los cables de electrodomésticos y aparatos como el televisor o el ordenador. Su simple presencia puede hacer que la persona se tropiece con ellos, sin darse cuenta, al caminar por la casa. Si estos aparatos quedan fijos en un sitio, si los cables no los podemos esconder detrás de los muebles, camuflarlos con regletas pegadas a la pared es una solución.

Para acometer reformas en casas con personas mayores debemos atender todos los aspectos de la vivienda y no dar nada por bueno.

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