A veces nos empeñamos en pensar que para volver a ser joven hay que pasar por el quirófano. No es así. La vida no es lo que nos cuentan las famosas en su Instagram, hay mucho más. Por eso me niego a pensar que para estar guapa tengo que someterme a cirugías, pasar por el bisturí o meterme bótox. Decía el Principito que lo esencial es invisible a los ojos, y a veces con la estética nos pasa eso. No hay que dar más vueltas porque con simples tratamientos podemos estar más jóvenes que nunca.
Es el caso de la odontología. Y es que muchas veces los dientes nos hacen parecer que tenemos 20 años más. Por algo siempre se caracteriza a las personas de la tercera edad sin dientes, ¿verdad? Pues toma nota porque de la mano de los profesionales de HQ Tenerife, vamos a conocer los tratamientos dentales que nos pueden hacer aparentar que tenemos dos décadas menos de edad.
Blanqueamiento dental
No conozco a un famoso, ya sea del cine o deportista, que no tenga los dientes que brillen. Y es que es así. Los dientes blancos nos hacen parecer más jóvenes y atractivos. El blanqueamiento dental es un método eficaz para devolver la estética a la dentición. En este caso, los tratamientos han avanzando mucho, y en HQ Tenerife, lo que hacen es combinar el efecto de la luz LED de última generación con la activación de un gel blanqueador en férulas que se aplica el propio paciente con la supervisión del odontólogo.
Este tratamiento de blanqueamiento dental está indicado para aquellas personas que quieran recuperar el blanco natural de sus dientes y/o eliminar las manchas presentes en su esmalte, como resultado de una tinción paulatina de la que algunos alimentos y bebidas han podido ser los responsables. Además, estamos ante un tratamiento cuyo único objetivo es estético. El blanqueamiento dental trata de mejorar el aspecto del esmalte: ya sea eliminando manchas que lo afean o haciendo que recupere el blanco natural.
Las piezas dentales amarilleadas son las que mejor responden al tratamiento, con resultados excelentes. Las piezas grisáceas que han sufrido manchas por tetraciclinas son algo más complejas. Sin embrago, en ambos casos se podrá conseguir siempre un mejor aspecto y tono que antes de comenzar el tratamiento. No dudes de que vamos a parecer otros.
Tartrectomía o limpieza dental
El nombre técnico con el que se conoce la limpieza dental que lleva a cabo tu odontólogo en la clínica dental es la tartrectomía. Una maniobra destinada a la eliminación total de la placa bacteriana y el sarro persistente.
El cepillado manual, acompañado de seda dental y colutorio, es básico para una buena salud bucodental, pero no resulta suficiente para una salud oral completa. El motivo radica en el hecho de que algunas manchas en la superficie del esmalte, producidas por la ingesta de ciertos alimentos y bebidas, o los cálculos que se forman bajo las encías como consecuencia de la mineralización de la placa dental no pueden ser erradicados con un simple cepillado manual. Una tartrectomía es una limpieza en profundidad. Los resultados son visibles desde el primer momento y su periodicidad óptima es, al menos, una vez al año.
Implantes dentales
Como te decíamos, el no tener dientes es sinónimo de parecer más envejecido. Por eso es vital tener todas las piezas. Lo mejor es mantenerlas de manera natural, pero cuando no hay remedio, pues lo mejor es someterte a implantes dentales. Los implantes dentales de carga inmediata son una prótesis dental fija que puede ser colocada en un tiempo máximo de 24 horas.
Se trata del tratamiento de implantología oral más ágil que existe, posible gracias a la última tecnología del mercado. La principal ventaja de este tratamiento, que puede realizarse en toda la cavidad oral o en un solo diente, es que consigue restituir la estética y funcionalidad de las piezas dentales de manera inmediata y con resultados excelentes. La dentición recupera su capacidad masticatoria, su funcionalidad y su estética al instante, inmediatamente después de la aplicación del tratamiento. Los resultados son visibles en apenas 24 horas.
Se trata de un procedimiento en dos sencillos pasos que se pueden efectuar en una sola sesión: se extraen las piezas dañadas, se colocan estos implantes y una prótesis provisional fija sobre dichos implantes. Al cabo de unos tres meses, período en el que el implante consigue su perfecta osteointegración en el hueso maxilar, el dentista procede a colocar la prótesis definitiva.