A grandes rasgos, podemos decir que hay dos sistemas para tocar la guitarra y aprender el instrumento. Mediante partituras, para lo que hace falta conocer solfeo y tener formación musical, y por medio de las tablaturas, por cifra, un método más sencillo y rápido de aprender. A eso hay que añadirle, la gente que toca de oído. Analizaremos un poco los pros y los contras de cada sistema.
En estos momentos tenemos unas condiciones inmejorables para aprender a tocar la guitarra. Es fácil encontrar video-cursos, tutoriales por internet, profesores que imparten clases online. No hay excusa si uno quiere aprender a tocar este instrumento, por muy torpe que parezca al principio.
Hay muchos guitarristas que dicen que aprendieron a tocar la guitarra por su cuenta. El mundo del Rock está lleno de ellos. Eric Clapton en varias entrevistas se ha declarado autodidacta. Recibió su primera guitarra acústica con 13 años, se esforzó mucho en aprender los acordes. Dice que le costaba mucho hacer una progresión. A pesar de su frustración inicial, le dedicó muchas horas al instrumento. A día de hoy podemos ver hasta dónde ha llegado el autor de “Layla”.
En el lado opuesto podemos ver a Prince y a Eddie Van Halen. Hijos de músicos profesionales de jazz, estudiaron música desde muy pequeños. Algo que se puede ver en su destreza para tocar las 6 cuerdas y en su versatilidad para utilizar varios instrumentos.
Muchos amantes de la guitarra empezamos a tocar por nuestra cuenta. Nos aprendemos los acordes, nos descargamos la tablatura de alguna canción, vemos videos, pero llega un momento en el que nos bloqueamos, nos damos cuenta de que no conseguimos avanzar. Así nos lo cuenta Leandro Guiñán, un aficionado a la guitarra de Barcelona, que solo sabiendo lo básico, entró en contacto con Nico Sánchez, un guitarrista y productor colombiano que imparte clases online de guitarra. A partir de ahí, su habilidad para tocar se desarrolló exponencialmente.
Hablemos de las tres formas que tenemos de aprender este instrumento.
Tocar por partitura.
La partitura es un diagrama gráfico representado con símbolos sobre 5 líneas horizontales, el pentagrama. Digamos que es la forma universal de leer y escribir música. En la partitura se representan cada nota, su duración y su ritmo. Cuanto más arriba aparece una nota, más aguda es.
Hay que aclarar que la partitura no te enseña a tocar la guitarra. Te muestra las notas, por lo que debes saber localizarlas en el instrumento.
Para interpretar una partitura debes saber solfeo. Como señala la web Música en México, el solfeo es un ejercicio de educación musical que consiste en leer una partitura y representar mentalmente su sonido. Para eso es necesario tener conocimientos musicales básicos como las notas, las figuras, la métrica, el tempo y el carácter.
Conocer solfeo te permite leer cualquier partitura, con independencia del instrumento que lo interprete, y te ayuda a adaptarlo a la guitarra. Se trata de conocer el lenguaje universal de la música. Un lenguaje que, como tal, tiene sus sonidos (las notas) y su texto escrito (las partituras).
Aprender a tocar la guitarra por este método es más lento, pero mucho más completo. Es apropiado para la gente que quiere dedicarse profesionalmente a la música. Piensa que en los primeros años, a penas vas a tocar el instrumento.
Se estudia en los conservatorios, con la intensidad de una carrera. Aprender a tocar la guitarra por solfeo en España cuesta 4 años de formación, para un grado elemental, si queremos alcanzar un nivel profesional necesitamos 2 años más, con más horas de dedicación diaria.
Las partituras para guitarra, contienen con frecuencia información adicional de digitación; es decir, la posición de la mano izquierda sobre los trastes.
Te permite tocar canciones que no conoces, y cuando tienen más soltura, podrás interpretarla de una forma fluida, aunque jamás hayas oído esa música. Las partituras contienen el tempo y el compás de las canciones. Lo que permite, por ejemplo, a un intérprete de música clásica tocar una composición de Jazz o una canción folclórica griega.
En su contra, podemos decir que es un método de aprendizaje más lento, que necesitas aprender con antelación como localizar las notas en el traste de la guitarra y que algunas técnicas de la guitarra moderna como los rasgueos direccionales o los bendings, frecuentes en el blues y el rock, no se representan en las partituras. Por otro lado, es complicado encontrar partituras de muchas canciones modernas.
Tocar por tablatura.
Las tablaturas, o tocar por cifra, es una forma de representación gráfica de las piezas musicales solo para guitarra. Sobre 6 líneas horizontales se colocan números espaciados consecutivamente. Cada línea representa una cuerda de la guitarra, y el número indica el traste donde debemos pisar la cuerda.
Debemos tener en cuenta que la primera línea, la de más arriba, se corresponde con la 1ª cuerda, la que tenemos más abajo de nuestra guitarra. Por lo que las líneas de la tablatura son inversas a las cuerdas reales de la guitarra.
Otro detalle a tener en cuenta, sobre todo en los acordes, es que las notas se sustituyen por letras. La C es la nota Do, la D es Re, la E es Mi, la F es Fa, la G es Sol, la A es La y la B es Sí. Si está escrito en letras mayúsculas son acordes mayores, y si vienen representados en minúsculas son acordes menores.
Aunque parezca un sistema moderno para tocar la guitarra, las tablaturas ya existían en el siglo XVII para tocar con laúd. Este es el método adecuado para aquellas personas que quieren tocar la guitarra por diversión, sin pretensión de convertirse en músicos profesionales. Con ello, se aprende a tocar la guitarra de forma rápida y te permite interpretar canciones que conoces con relativa facilidad.
Tampoco debemos menospreciar este sistema. Algunos guitarristas que conocemos aprendieron a tocar por cifra y perfeccionaron su técnica a base de practicar.
Uno de los problemas que entrañan las tablaturas es que no te marca el ritmo de la música. Para interpretar una canción por este medio, debes conocerla previamente. Cuando la estás leyendo, aunque te señala como ejecutarla, no sabes exactamente la nota que vas a tocar. Por otro lado, al ser más fácil de escribir, muchas de las tablaturas que encuentras en internet son incorrectas, lo que conduce a confusiones.
En su beneficio podemos decir que existe una amplia variedad de tablaturas, lo que facilita que cualquier persona pueda interpretar una canción. Siguiendo tablaturas, con la práctica, de una forma empírica, conoces en profundidad el instrumento.
Tocar de oído.
Seguro que sabemos de gente a la que se le da bien tocar la guitarra y no tiene ni idea de leer una tablatura, ni mucho menos una partitura. Tocan de oído. Es el caso de muchos gitanos flamencos.
No hay que partir de que es una cosa genética. Estos gitanos crecen en un entorno musical, cantando y bailando todos los días, es su forma de ser y de relacionarse. Los niños, desde su más tierna infancia imitan lo que hacen los adultos. Los maestros guitarristas enseñan a los jóvenes interesados los rudimentos del instrumento, y estos con la práctica terminan dominándolos.
Decía Paco de Lucía que en la guitarra, cada mano cumple una función. La mano derecha es la que ejecuta, mientras que la izquierda es la que crea. Con la mano derecha rasgamos las cuerdas sobre la caja de resonancia. Es la que marca el ritmo. Mientras la mano izquierda pisa la cuerda sobre el traste fijando la nota. La base de la música está en el ritmo. Pueblos como el gitano o los de origen africano, son expertos en seguirlo.
Dice el blog Lacarne Magazine que tener oído musical no es innato. Es algo que se educa con la práctica. Hay personas que tienen más predisposición, o digamos más facilidad, para reproducir melodías en cualquier instrumento. Sin embargo, cualquier persona a base de escuchar música y de intentar copiarla con la guitarra desarrolla su oído musical.
Debemos partir de que aprender a tocar la guitarra de oído es un reto personal, y un proceso para nada sencillo. Si nos decidimos a hacerlo, la revista Lacarne Magazine nos da 5 consejos:
- Hay que dedicarle tiempo y practicar mucho, sin desanimarse. Por lo que si eres un poco impaciente, mejor olvídate de este sistema.
- Fíjate en el bajo. El bajo presenta con más nitidez la nota dominante de cada porción de la canción.
- Divide las canciones por trozos. Proponte aprender primero el estribillo o la melodía principal, después la introducción y por último los solos o las partes más complicada. Al final, cuando lo domines, ármalo todo.
- Ralentiza las canciones y póntela en bucle. Cuando quieres aprender a tocar una canción, debes tocarla más lenta de lo que realmente es. Toca una y otra vez. Se aprende por repetición.
- Canta las melodías y luego intenta reproducirlas en la guitarra. Es una forma de educar el cerebro, para que este guie el movimiento de nuestras manos.