La esquizofrenia es un trastorno mental complejo del neurodesarrollo, de larga evolución que se caracteriza por una distorsión del pensamiento, afectando a la forma en cómo una persona piensa, las percepciones que siente, las emociones, la conciencia de sí mismo, el lenguaje, su comportamiento social que puede causar problemas en las relaciones o en la conducta social. Es un trastorno que afecta a todas las culturas por igual, en España hay unas 600.000 personas diagnosticadas lo que representa entre un 0,8 y un 1,3 % de la población.
Las personas que padecen esquizofrenia parece como si hubiesen perdido el sentido de la realidad, entre los principales síntomas de la enfermedad que pueden presentar se pueden citar los siguientes: sufrir delirios, alucinaciones, escuchar voces o ver cosas que no están allí, pensar que otras personas les están leyendo el pensamiento o intentando hacerles daño, comportamiento extraño con abandono del aseo personal o aspecto desaliñado, vagabundeo, murmuraciones y risas para sí mismo, desorganización del pensamiento o en la forma de expresarse con incoherencias en el discurso, cambiando rápidamente de un tema a otro sin mucha relación, hablan de cosas extrañas o inusuales, presentan una desconexión entre las emociones declaradas y el lenguaje corporal, retraimiento social, apatía, etc. lo que hace que estos síntomas puedan ser graves e incapacitantes, limitando la vida diaria de las personas que lo sufren y pudiendo afectar al desempeño educativo o laboral.
La esquizofrenia es poco frecuente en la infancia, por lo general comienza en cualquier momento desde la mitad de la adolescencia hasta la mitad de la cuarta década, siendo la tercera causa de discapacidad en el mundo entre los jóvenes, afectando en mayor medida a los hombres que a las mujeres, por lo que es importante establecer un enfoque multidisciplinar en su tratamiento. Para que esto sea así, uno de los mejores consejos que os podemos dar es que acudáis a la clínica de Maribel Paz, una psicología con consulta en Madrid, especializada en terapia cognitivo-conductual en infancia y adolescencia que trata las conductas y trastornos adquiridos durante la infancia o la adolescencia. Y es que para tratar estos síntomas hay que ser consciente de la importancia de identificar y abordar el problema lo antes posible con técnicas psicológicas con el fin de que la persona aprenda y practique nuevos hábitos de comportamiento y se adapte en mejores condiciones al entorno en que ha de vivir, ya que cuanto antes se detecte la enfermedad y se ponga un tratamiento adecuado, mayores serán las probabilidades de que el enfermo pueda disfrutar de una vida con las mínimas mermas de sus capacidades personales.
Los síntomas de la esquizofrenia en la adolescencia son similares a los de los adultos, pero puede ser más difícil de reconocer, ya que algunos de los síntomas pueden ser comunes en el desarrollo normal de adolescentes, como retraimiento en la relación con la familia y amigos, irritabilidad, falta de motivación, escaso rendimiento escolar, etc. Además, se considera que esta enfermedad no tiene una causa única, se cree que diferentes factores actúan conjuntamente y predisponen en mayor o menor medida al paciente y contribuyen a su desarrollo, como
- Tener antecedentes familiares de la enfermedad.
- Edad adulta avanzada del padre.
- Factores ambientales, tales como vivir en la pobreza.
- Complicaciones en el embarazo y el nacimiento, como la desnutrición o la exposición a toxinas o virus que pudieran impactar en el desarrollo del cerebro.
- Tomar drogas durante la adolescencia que alteren la mente.
A día de hoy la esquizofrenia no puede curarse, pero sí pueden tratarse los síntomas con medicamentos antipsicóticos. Ningún paciente debe dejar de tomar su medicación sin antes consultar con el médico ya que la interrupción repentina de esta medicación puede ser peligrosa y empeorar los síntomas de la esquizofrenia. Es muy importante también la integración del enfermo en el entorno familiar, social o labora, puesto que cuanto mayor es, menor es el riesgo de recaídas que podrían dificultar el control de la enfermedad y empeorar el pronóstico del paciente.
¿Cuáles son los principales principios activos para tratar estos problemas?
Los medicamentos antipsicóticos se utilizan como su propio nombre indica para tratar la psicosis o síntomas maníacos como la conducta imprudente o impulsiva, estabilizar el estado de ánimo, reducir los delirios, alucinaciones, reducir la ansiedad o agitación…, ejerciendo su acción sobre las sustancias químicas o neurotransmisores del cerebro. Los principales principios activos son el haloperidol, aripiprazol, clorpromazina, olanzapina, quetiapina, risperidona… Generalmente producen efectos secundarios como sensación de inquietud o sueño excesivo, rigidez o tensión muscular, modificaciones en los niveles de colesterol, de azúcar, peso corporal, sequedad de boca, estreñimiento, etc. Este tipo de medicación se prescribe además de en la esquizofrenia, en el trastorno bipolar, demencias, depresión, etc.