El sudor es una respuesta normal ante diferentes estímulos, la temperatura, el exceso de ejercicio, la fiebre, el miedo o los nervios. Pero cuando esto no ocurre de manera puntual, si una persona tiende a sudar en exceso frecuentemente y de manera profusa, entonces, es posible que se deba a la hiperactividad de la glándula tiroides, bajos niveles de azúcar en sangre o una trastorno en la zona del sistema nervioso que regula la sudoración, que provoca una sudoración excesiva. La hiperhidrosis no solo es una patología molesta, sino que además puede provocar infecciones en las zonas afectadas. Y esto ocurre porque algunas personas necesitan sudar más para regular la temperatura de su cuerpo, y los signos de esta enfermedad suelen presentarse en la niñez o en la adolescencia.
El origen de esta alteración, es desconocido, aunque lo más probable es que se trate de una predisposición genética, ya que, según los expertos y expertas, ⅔ de las personas afectadas tienen familiares que también la padecen. Por otro lado, el estrés, la tensión y la ansiedad, favorecen la sudoración excesiva y empeoran los síntomas.
Afortunadamente, la hiperhidrosis, tiene en la actualidad tratamiento, afirman en la Clínica de Medicina Estética de la Dra. Rosa Bonal, un centro que han conseguido acabar con el problema de sudoración excesiva de todos los pacientes que han llegado con un problema de hiperhidrosis. Consiste en hacer microinfiltraciones con toxina botulínica que relaja el músculo de la glándula sudorípera, con el objeto de que deje de producir sudor constantemente y de manera abundante. Es una técnica súper segura, no duele y no es necesario pedir la baja en el trabajo para recibir el tratamiento. Al día siguiente, aseguran clínica y pacientes, los efectos ya son observables. El sudor en exceso, será historia en 6 meses , que es lo que dura el tratamiento, y al cabo de un año, es aconsejable repetirlo. Prácticamente no tiene ningún efecto secundario, aunque a veces puede aparecer algún hematoma y es mejor no coger el coche inmediatamente cuando la zona tratada ha sido la mano.
Los síntomas
Es el paciente el primero que deberá observar si padece o no los síntomas, que no son otros que la sudoración excesiva. Así pues, si notas que sudas demasiado independientemente de la temperatura del ambiente, o si incluso sin hacer deporte pareciera que llevases todo el día corriendo, puede que padezcas hiperhidrosis. Antes de nada, consulta con l@s profesionales de la medicina, ell@s te darán la mejor solución para tu caso concreto, y relájate si no, solo conseguirás hacerlo peor.
La sudoración excesiva aparece, en las axilas, en las palmas de las manos, en la planta del pie, en la cara, y en raras ocasiones, en el torax o en la espalda.
Cómo prevenir la hiperhidrosis
- Usar prendas frescas que permitan la transpiración y preferiblemente de fibras sintéticas en lugar de las naturales, ya que las primeras repelen el sudor y por tanto, la ropa no se humedece.
- Ventilar bien la vivienda.
- Evitar el consumo de alcohol, café, té, tabaco, y de alimentos como el picante, que favorecen la sudoración.
- Intentar reducir el estrés, la tensión y la ansiedad.
- Extremar la higiene corporal y usar desodorantes para evitar el mal olor.
- Procura llevar en una mochila o bolso una camiseta o calcetines de repuesto, así, si se te moja, te la puedes cambiar.
- Usar ácido bórico o polvos de talco, sobre todo en los pies.