El pirsin, palabra adaptada de su original “piercing” en inglés, es sinónimo de agujero. De hecho, es literalmente agujerear una parte del cuerpo para, posteriormente, colocar un ornamento decorativo de diversas formas. Es posible que muchos profanos en la materia, tengan la creencia arraigada de que esto es una modernez actual. Actual desde hace ya unos lustros. Nada más lejos de la realidad. Al ser humano desde bien antiguo que le gusta perforar algunas partes de su cuerpo para adornarlas.
Llevar un pirsin, esta de moda, queda bonito y puede hasta considerarse algo estético y atractivo, según en qué lugar del cuerpo se inserte. Según los gustos particulares de cada persona y por supuesto según los criterios culturales de la sociedad. Depende de donde vivas, el pirsin puede resultar más o menos vistoso o desagradable.
Para gustos los colores. Cada quien es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera. Que quiere hacerse agujeros por la oreja, que se los haga; que prefiere colocarse pirsin en otras partes del cuerpo como la oreja, la ceja o la nariz, adelante. Aunque antes de llevar a cabo ese sacrilegio corporal, conviene informarse de las consecuencias que puede generar la colocación de un “inocente” pirsin en algunas zonas del cuerpo. Concretamente, de la boca.
Hablando con los profesionales del sector de la odontología de S&M Clinic, hemos sacado algunas conclusiones referentes a la implantación de un pirsin en la zona bucal. Sobre todo, el que se practica en la lengua. Pocas veces nos paramos a pensar en las posibles y más que probables complicaciones que pueden surgir de la colocación del piercing en cualquiera de las áreas de la boca donde se ponen: lengua, labio e incluso encías.
Las estadísticas nos dicen que un veinte por ciento de las personas que se hacen un pirsin en la boca, sufren complicaciones a causa del mismo. Desde inflamación de la lengua, hasta graves infecciones pueden afectar a quien se haga una perforación.
Los dentistas lo advierten, sin embargo, se trata de una información poco tenida en cuenta por aquellos que sienten la llamada del tunning corporal. No obstante, vamos a recordar algunos de los problemas que puede acarrear esta tendencia. Si después de conocer las posibles consecuencias, sigues pensado en hacerte un pirsin en la boca, tendrás que seguir algunas pautas y recomendaciones para evitar en la medida de lo posible, los problemas derivados del ornamento decorativo.
Complicaciones bucodentales que requieren intervención
Las complicaciones de las que vamos a hablar, requieren sin lugar a dudas, de la intervención de un especialista en odontología para ser tratadas. Se trata de problemas cuyas consecuencias a largo plazo pueden derivar en patologías más graves.
Uno de los problemas que pueden surgir tras la colocación de un pirsin en la boca, es la recesión gingival. Existen diferentes tipos a razón de la colocación del piercing. Un piercing insertado en la lengua, puede desembocar en recesiones de la cara lingual de los incisivos anteroposteriores. Uno insertado en el labio inferior, puede derivar en una recesión de la cara vestibular de los incisivos inferiores. Cuando esto sucede, la raíz de los dientes implicados, queda expuesta. Suele ocurrir entre los seis y veinticuatros meses desde la implantación del piercing.
Las infecciones son el pan de cada día si no se lleva a cabo una adecuada higiene bucodental. Maxime, cuando tienes un piercing colocado en laguna parte de la boca. Hacerse un piercing, no es ninguna tontería, debe practicarse dentro de unas estrictas normas de higiene y seguridad para evitar las posibles infecciones. Estas pueden derivar en una infección que afecte al torrente sanguíneo y diseminarse por otras partes del organismo. Debido a sus particulares ubicaciones y sus características especiales, los piercings de boca y lengua deben ir seguidos de una estricta higiene y desinfección.
Llevar un piercing en la boca puede provocar traumatismos de diversa índole. Desde el roce con los dientes hasta un desgarro de la propia lengua, por ejemplo. La tendencia que tienen a engancharse estos pequeños ornamentos, son inigualables. Si en cualquier parte del cuerpo un desgarro provocado por un piercing, puede derivar en problemas de salud, en la boca, estos pueden ir desde una infección a la pérdida del gusto, el tacto, la capacidad de habla e incluso deformaciones. Sin olvidar la formación de hematomas que pueden llegar a encapsularse y originar una grave infección.
La formación de queloides en la zona donde se practique la perforación es otra de las posibles complicaciones. Es cierto que estas cicatrices no son malignas, pero si molestas y dolorosas, además de antiestéticas. Hay que tener muy presente la forma de cicatrizar particular de cada uno, aunque no siempre puede hacerse un queloide, en el caso de generarse en la zona bucal, no pueden eliminarse con cirugía como ocurre en otras partes del cuerpo.
Hipersalivación, o exceso de saliva puede darse al colocarse un piercing. Quizá, de todas las posibles complicaciones, esta sea la más benigna. Aun así, se trata de una molestia e incómoda consecuencia.
Tener una bolita insertada en la boca, puede inducir a jugar con ella. Moverla con la lengua y los dientes, puede derivar en traumatismos y ocasionar daños en el esmalte. La hipersensibilidad derivada de las pequeñas fisuras que pueden hacerse, conlleva una serie de molestias asociadas.
Estas son algunas de las complicaciones derivadas de la implantación de un pirsin en la zona bucal. Conviene tener en cuenta todos estos factores antes de decidirse por colocarse un pirsin en esta parte del cuerpo.
Recomendaciones cuando llevas un pirsin en la boca
Como para muchos es más importante hacerse el pirsin que las consecuencias, existen algunas recomendaciones que pueden llevarse a cabo para minimizar o eliminar los posibles riesgos de sufrir alguna de estas molestias.
Aumentar la higiene de la boca es fundamental para evitar infecciones. Limpiar el piercing y no solo la boca y los dientes, después de cada comida, ingesta de bebida o incluso fumar.
Utilizar un colutorio con base de clorhexidina cuando te hagan el injerto. Hacerlo con frecuencia hasta que haya cicatrizado totalmente.
Evitar el uso de los enjuagues de uso cotidiano durante todo el proceso de cicatrización de la herida.
Es conveniente reducir o evitar el consumo de tabaco, alcohol y grasas para acelerar el proceso de cicatrización.
En el caso de infección, hay que retirar el piercing de forma inmediata y acudir al dentista para que realice el tratamiento correspondiente. La toma de antiinflamatorios y antibióticos puede ser necesaria si la infección es muy grave.
Aquellos deportistas que tenga piercing orales, no deben olvidarse de ponerse un protector bucal a la hora de practicar ejercicio. En el mejor de los casos, lo más conveniente es quitárselo.
Lo más recomendable es una visita periódica al dentista. Cuando llevas un piercing en la boca, es conveniente aumentar la frecuencia de las visitas al odontólogo para evitar las nefastas consecuencias que puede acarrear. Si se produce una recesión gingival, cuanto antes se diagnostique mejor será el pronóstico.
Poco más se puede añadir al respecto. Si piensas ponerte un pirsin en la boca, ya sabes las consecuencias que puede conllevar. Si te decides por injertarlo, también sabes las medidas que debes tomar para evitar consecuencias de diversa gravedad.
Es muy importante, tener claro que en el supuesto de que un pirsin de problemas, lo más conveniente, es quitárselo y no volverlo a poner. Hay muchos sitios en el cuerpo que se pueden perforar sin que existan consecuencias tan importantes. En el caso de la boca, conviene pensarlo dos veces antes de hacerlo.