¿Por qué vivir en Badalona?

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Si estudias o trabajas en Barcelona, trasladar tu residencia a Badalona es una opción con la que puedes ganar calidad de vida.

Badalona es la cuarta ciudad más grande de Cataluña. Tiene más de 223.000 habitantes. Se separa de Barcelona por el río Besos. Desde el centro de Badalona te plantas en la Plaza de Cataluña de Barcelona en unos 20 minutos. Ahora, con la ampliación de la Línea 9 de metro, todos los barrios de Badalona estarán conectados con la ciudad condal.

Barcelona es una ciudad bonita para visitarla, pero es un lugar algo desnaturalizado para vivir en ella. Casi un tercio de la ciudad lo ocupa el Example. Un conjunto de manzanas cuadriculadas, como si fuera la hoja de un cuaderno, donde tienes una gran cantidad de tiendas, pero carece de vida de barrio.

En los barrios con más identidad, como Gracia o Sants, es complicado encontrar vivienda, y cuando lo haces puede ser que no esté en las condiciones deseadas. Otros barrios emblemáticos como la Barceloneta se han transformado en los últimos años debido a la concentración de viviendas para turistas.

Sin embargo, Badalona sigue conservando ese espíritu popular, presente en muchas ciudades del área metropolitana.

Corre el rumor de que es difícil encontrar vivienda, en venta o en alquiler, en las ciudades que rodean a Barcelona y que cuando se consigue es en condiciones abusivas. Carmen, que cuando se jubiló, regresó a su pueblo de Córdoba, alquiló el piso que se compró en el barrio de Montigalá (Badalona), con la inmobiliaria Vip House, con sede en el centro de Badalona, en apenas unos meses.

El alquiler se efectuó con todo tipo de garantías, tanto para el propietario como para los inquilinos. La idea de que es imposible vivir alrededor de Barcelona, no es del todo cierto.

Badalona, además de ser popular y acogedora, cuenta con una serie de atractivos que acrecientan su encanto. Conozcamos un poco más de ella:

Entre el mar y la montaña.

Badalona está delimitada al este por el mar Mediterráneo y flanqueada a su espalda por la Sierra de la Marina. Algunos de sus barrios, como Llefiá, se encuentran en la ladera de la montaña.

El corazón histórico de la ciudad está volcado hacia al mar. Le llaman el centro, pero en realidad es la parte este de la ciudad. Allí se encuentra el ayuntamiento y un conjunto de calles peatonales que conducen a la playa.

De estas calles destaca la Calle del Mar, la que atraviesa, como una arteria principal, toda la zona comercial. Es una calle llena de vitalidad, transitada por los vecinos durante todo el día. Repleta de tiendas, bares y comercios, con un aire próximo, cercano. Nada que ver con áreas comerciales de las grandes ciudades como la Calle Preciados de Madrid o el Paseo de Gracia de Barcelona.

Al final de la Calle del Mar llegas a la playa. La playa de Badalona no es una playa exquisita, no es la Costa Brava. Es un arenal pensado para los vecinos disfruten del mar, para que interactúen entre ellos. Paralelo a la playa discurre el majestuoso paseo marítimo. Un paseo que continúa siendo peatonal y que se encuentra abarrotado de grandes terrazas de cafeterías y restaurantes, ocupadas durante todo el año.

A muchos vecinos les gusta pasear por la Rambla. Una avenida que delimita la zona peatonal y que en otros tiempos recogía el agua de lluvia que llegaba de la montaña y la depositaba en el mar.

En la playa, a las afueras de la ciudad, se encuentra otro de los monumentos icónicos, el Puente del Petróleo. Una pasarela de hierro y hormigón, que se alza sobre el mar con barras de acero. Fue construido en 1879, para crear un muelle artificial en el que descargar hidrocarburos para la industria textil. A mediados del siglo XX, esta infraestructura dejó de utilizarse.

En el año 2001 el ayuntamiento se propuso desmotar el Puente del Petróleo. Se creó entonces un movimiento de vecinos que impidió su demolición.

Badalona da la impresión de ser una ciudad volcada hacia el mar.

Badalona y el deporte.

Otro de los orgullos de la ciudad es el equipo de baloncesto Club Juventud de Badalona. Presente en la 1ª División de la Liga Nacional de Baloncesto, hoy A.C.B., desde su fundación a principios de los años 50. Aglutinadora de una de las aficiones más entusiastas y auténticas del baloncesto español, junto a la afición del Club Estudiantes de Madrid, conocida como la Demencia.

La página web de la Penya, que es como se le llama a la hinchada de este club, indica que el Juventud de Badalona se fundó en 1930. Se trata, por tanto, de uno de los clubs de baloncesto más antiguos de España.

En un principio surgió como un club de amigos que se reunían para practicar deportes como el ciclismo, el ping-pong y el senderismo. Sin embargo, un nuevo deporte proveniente de Inglaterra en seguida les llamó la atención y acaparó el entusiasmo de estos jóvenes deportistas.

Uno de los problemas con los que se enfrentaba este equipo era la dificultad para encontrar rivales contra los que competir. En los años 30, el baloncesto era un deporte minoritario en nuestro país. Su incipiente desarrollo se truncó con la aparición de la Guerra Civil.

Terminada la guerra, en los años 40, el Juventud comienza a competir contra otros equipos de Cataluña, como la división de baloncesto del Futbol Club Barcelona, y otros equipos que se estaban formando en ciudades como Manresa.

Antes de aparecer una competición a nivel de toda España, en Cataluña ya existía una liga regional de baloncesto. Por aquel entonces, este deporte se practicaba al aire libre, en canchas de colegios y patronatos deportivos.

En los años 50, el Juventud se encuentra en la élite del baloncesto nacional, apoyado por un gran número de socios procedentes en su mayoría de Badalona, que pagaban una cuota mensual, acudían a los partidos y se beneficiaban de otras actividades deportivas que organizaba el club.

A mediados de los 60, el Juventud crea una escuela de baloncesto con la intención de formar una cantera de la que poder nutrirse e instruir a jóvenes promesas provenientes de la ciudad y de la provincia. De hecho, no es hasta los años 70, cuando llega el primer extranjero al club, el norteamericano Frank Costello.

Fruto de cuidar la cantera, a mediados de los 80, el Juventud vive, bajo mi punto de vista, su época dorada. Con jugadores como el escolta Jordi Villacampa y los hermanos Rafa y Tomás Jofresa,  ambos bases. Todos ellos formados en la escuela de baloncesto del Juventud.

Badalona en la cultura popular.

Badalona es la ciudad en la que se fabrica el “Anís del Mono” desde 1870. Según cuenta el periódico El Mundo, los industriales badaloneses Josep Bosch y Vicent Bosch, hermanos entre sí, abogado y notario, respectivamente, además de exitosos hombres de negocios, decidieron invertir los beneficios que habían obtenido con la importación de tabaco y cacao procedente de América, en fabricar el primer licor embotellado de España, al que llamaron “Anís del mono.”

Badalona no tenía tradición licorera como otras zonas de España. En sus casas no se elaboraba Pacharán, como sucede en Navarra, ni Aguardiente de hierbas, como en otras partes rurales del país, como Galicia, Alcoi o Mallorca. Fue el instinto comercial de estos hermanos, lo que les llevó a producir anís de manera industrial.

En esta operación cumplió un papel fundamental el diseño del “Packaging”, como se le llama hoy en día. En concreto, de la botella y de la etiqueta.

Para la botella, Vicent Bosch se inspiró en el frasco de un caro perfume que su mujer acostumbraba a comprar en París. Se trataba de una botella de vidrio labrado, que chocaba con la imagen de las tradicionales botellas lisas de vino y aguardiente. Para la burguesía catalana de la época, París era un punto de referencia. Símbolo de la modernidad a la que aspiraban estos ricos industriales. El propio Bosch se desplazó a la capital francesa para comprarle al perfumista la patente del envase.

El nombre del licor y la etiqueta con la que se le conoce, también son hijos de su época. Coincide con el momento en el que Charles Darwin da a conocer su polémica teoría de la evolución de las especies. En virtud de la cual, el biólogo británico llega a afirmar que el hombre proviene del mono. No se sabe si burlándose de la teoría científica o por ser un tema de actualidad, los hermanos Bosch deciden llamar a su licor “Anís del mono” y encargan a un ilustrador francés que les diseñe una etiqueta en la que aparece un mono con apariencia humana y una botella en la mano.

La etiqueta del licor inspiró a Dalí y a Picasso y fue el primer letrero luminoso en colocarse en las azoteas de la Puerta del Sol de Madrid, en 1912.

Todo esto es solo una muestra. Hablar de Badalona nos llevaría a llenar libros. Lo cierto es que es una ciudad agradable, con un espíritu popular encantador.

 

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