Uno de los grandes errores que se comete como adulto, es no tomar en cuenta la salud bucal desde la primera infancia. Usualmente, empezamos a preocuparnos por ello, justo cuando comienzan los problemas o cuando logramos ver con nuestro ojo no entrenado cambios que no consideramos normales. Y eso es exactamente lo que nos lleva a tener problemas que podrían haberse prevenido si hubiésemos trabajado en casa la importancia de la salud y la higiene bucal desde que los pequeños llegan a ella.
La salud dental desde casa y el dentista como especialista, son tan necesarios como la visita al pediatra, por lo que es importante que se trabaje en equipo de forma que la salud integral de los pequeños sea la mejor y la más adecuada según su edad. Es por ello que es importante no solamente cumplir con las normas básicas de higiene dental, como cepillarnos los dientes, sino entender que cada edad durante la infancia, tiene necesidades puntuales que nosotros como adultos debemos conocer, para poder trabajar en pro de cubrirlas y así garantizar la salud bucal de nuestros pequeños.
Para ello, contamos con la guía del equipo de especialistas de Clínica Íntegra, quienes nos ayudarán a comprender los cambios que ocurren a lo largo de la primera infancia hasta la adolescencia, y cómo podemos trabajar en darle a los pequeños la salud bucal que necesitan para tener una salud integral óptima.
La dentición humana
A medida que los pequeños van creciendo, los dientes también lo hacen, por ello, lo primero que debemos conocer es cuáles son las etapas de crecimiento de los dientes, para de esta manera, poder cuidar de ellos efectivamente. A continuación hablaremos de este tema con profundidad.
- Dentición primaria o dientes de leche
La dentición primaria es la primera etapa de la dentición en las personas, es esta a la que llamamos comúnmente “dientes de leche”, y que se debe al color más blanco que tienen las coronas de los dientes y por la base de la alimentación de los infantes: la leche. Esta fase de la dentición consta de 20 piezas dentales que se dividen en 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares.
Los primeros dientes empiezan a erupcionar a los seis meses de edad (incisivos inferiores) hasta los 24 meses, esta se extiende hasta los 6 años, sin embargo, algunas de sus piezas suelen durar hasta los 12 años. Por las características propias de los dientes de leche, su capa de esmalte es más fina, de manera que son más vulnerables o propensos a la caries dental y a su progresión. El primer molar definitivo suele aparecer a los 6 años, cuando aparecen a su vez los incisivos inferiores definitivos o permanentes.
- Dentición mixta
Esta etapa empieza a los seis años y se extiende hasta los 12. Este es el momento en que los dientes de leche conviven con los dientes definitivos o permanentes, que los van sustituyendo a medida que van erupcionando. El funcionamiento de este intercambio se da de la siguiente manera: la pieza dental definitiva presiona la pieza temporal hasta que esta cae y aparece la nueva, que se sitúa en su lugar.
- Dentición permanente o definitiva
La dentición permanente o definitiva consta de 32 piezas dentales, de estas 32 piezas, 8 son incisivos, 4 son caninos, 8 son premolares y 12 molares (algunas de ellas puede que no erupcionen jamás, y son las que suelen llamarse “muelas del juicio”). La dentición permanente se da por terminada cuando las muelas del juicio erupcionan, que suele ser a partir de los 18 años. Esta etapa suele presentar situaciones complicadas debido a la posible falta de espacio en el maxilar y a la dificultad que tienen las piezas para atravesar los tejidos, que puede provocar dolor e infecciones, a su vez es importante recalcar que estas 32 piezas dentales, es una cantidad que muchas personas no llegan a tener a lo largo de su vida.
¿Cómo cuidar la salud bucal en la primera infancia?
Teniendo ya claro el proceso por el que pasan los dientes a lo largo de nuestra vida, podemos enfocarnos en cuidar de la salud bucal de los pequeños, según las necesidades propias de su edad, por ello, en este apartado hablaremos sobre los pasos a seguir para poder cubrir estas necesidades.
Es probable que en algún momento llegáramos a pensar que el embarazo y las costumbres que tengamos durante el mismo no llegarán a afectar la dentición del bebé, sin embargo, un embarazo sano y controlado, es fundamental para la futura salud bucal del bebé en camino, por ello, nuestro viaje comienza durante el embarazo y la lactancia.
- Embarazo y lactancia
Durante la gestación debe procurarse y considerarse prioritario una buena alimentación diaria, un bajo consumo de azúcares, carbohidratos, sal, y grasas, así como de té y café, porque reducen la absorción de micronutrientes como el hierro y zinc, importantes durante la gestación y la lactancia. A su vez, el consumo de calcio, además de hierro y ácido fólico durante el embarazo y hasta el sexto mes de lactancia, ayuda a disminuir los calambres, y consumir productos lácteos en la noche (yogur o leche), antes de acostarse, ayuda a evitarlos, este reduce el riesgo de complicaciones hipertensivas, como la pre-eclampsia y eclampsia y permite que el bebé pueda nutrirse de ese calcio durante su desarrollo, favoreciendo la formación de huesos y dientes.
Otro factor fundamental es asistir desde el primer trimestre a los controles prenatales, incluyendo la consulta odontológica, pues esto contribuye a detectar oportunamente situaciones que afectan el embarazo, el parto y al bebé, a controlar los riesgos, a atender las necesidades para reducir complicaciones y favorecer el mantenimiento de buenas condiciones de salud bucal e higiene, lo ideal es que se durante el embarazo se visite al dentista como mínimo una vez en cada trimestre del embarazo, pues en estas consultas se le indicará a la madre sobre todos los cuidados bucales que debe tener para ella y su bebé.
- Bebés
Los dientes de un bebé sano deben ser de un solo color, sin manchas. Aunque los dientes de leche del bebé se caerán para dar paso a los dientes permanentes, es importante mantenerlos limpios. Las caries pueden aparecer en dientes de leche, lo cual puede ser doloroso para el niño y conducir a infecciones más serias y más dolorosas. Como hablamos en el apartado anterior, la mayor parte de los dientes de bebé están en su lugar para la edad de 2 años -aunque puede extenderse-, y estos dientecillos pueden cepillarse con un cepillo de dientes suave.
- Niños pequeños
Los niños a medida que crecen buscan su propia independencia, la cual debe irse otorgando según su edad, en lo que respecta a la salud e higiene bucal, aunque ellos consideren que pueden hacerse cargo del cepillado, lo ideal es que el adulto no solamente participe en ella, sino que le ayude constantemente, hasta que puedan hacerlo completamente solos. Permitirles comenzar con el cepillado y que este sea luego terminado por el adulto es una buena opción. Convertir la hora de lavarse los dientes tanto en la mañana como en la noche, en un momento familiar, hará que el pequeño lo haga con gusto y que esto se convertirá en un hábito.
- La Pubertad
Estando los niños en el colegio y ganando independencia, es más complicado poder controlar lo que comen. Sin embargo, empacar abundantes frutas, vegetales y comidas integrales como meriendas saludables y limitar las bebidas azucaradas al mínimo (ya que se encuentran entre los factores que contribuyen a la aparición de las caries), puede ser de gran ayuda. En este caso, lo ideal es educar con el ejemplo, mostrándole a sus hijos que usted también consume una variedad de comidas sanas y siguiendo una rutina constante de cuidado de la salud oral de cepillado diario dos veces al día y uso de hilo dental todos los días.
- La Adolescencia
Esta es una etapa compleja, pues todos los cambios hormonales y la creciente independencia y vida social que exige la propia edad, hace más complicado a los padres tener más influencia en los chicos, sin embargo, en esta etapa también es importante seguir educando con ejemplo, pero a su vez, apoyándonos en la importancia que el adolescente le da a la imagen personal que proyecta.
Por ello, una herramienta que se puede utilizar es la de promover la higiene bucal recordándoles que cepillarse y usar hilo dental de forma regular los ayudará a lucir mejor promoviendo una sonrisa saludable y aliento fresco.
A su vez, es fundamental que se intente mantener una alimentación saludable y también la idea de promover una vida saludable mediante el ejercicio, eso no solamente los hará cuidarse más para verse mejor, sino que los ayudará con su salud integral. Por otra parte, es importante que se hable con los jóvenes sobre el consumo de alcohol, cigarrillos y otras sustancias, esto con la finalidad no solamente de evitar males mayores, sino también para indicarles cuales son las consecuencias a largo plazo del consumo de estas.
La realidad es que la salud bucal es fundamental para contar con una salud integral óptima, y que debemos cuidarla desde el momento en que sabemos que viene un nuevo integrante a la familia, pues es fundamental cuidar de la salud bucal desde el embarazo y durante la primera infancia, pues así garantizamos muchos menos problemas bucales en la vida adulta.